viernes, 20 de febrero de 2015

DESPEDIDA

Sabía lo que tenía que escribir 
o decir para que no se marchase.
Pero en ese momento no pude dormir, 
esta noche no podía aún sabiendo qué decir.
No sumé más puntos a una geometría 
que no existe. ¿Para qué seguir tanto al rigor? 
¿Demandarse a uno mismo la tarea de 
saber cosas opacas que trata la noche de ocultar
cuando dormimos 
y no hacerlas? 
¿Es una ofensa? 
¿A quién, Señor?
¿A ésta parte del barro en dónde ya estaba 
todo dicho y aún así preferiste hundirte más?

Siempre supe que una noche habría 
de usar o decir todas estas palabras que antes
nunca pude.
Era algo como: 
"la noche se tragó al día
junto al día se tragó la luz 
y de ahí, querida, nadie me salva
que estoy triste y abandonado, 
eso sí lo ves, pero mejor
valiese no mirar más del 
camino porque el barro
me tapó hasta las rodillas."

No lo hice. No hizo falta
¿Qué podría demandarse uno mismo
si está hundido en su propia demanda?

Por algo habrá sido que


 ¿qué?
 ¿preferir esta desdicha?
 ¿ver cómo se incendia el sol detrás del sol cada mañana? 
¿saber algo de la ceniza como aire 
y fallar también en eso?
¿del viento y los insectos?
¿sabrá o 
habrá sido por el fuego del incendio? 
¿antes? ¿después?
¿preferir el desasosiego a claridades lejanas? 
¿no saber qué hacer con el alba? ¿con el destino?
¿cómo despertar tras quitado del lugar amanecer
mi propio cuerpo? 
¿cómo seguir sosteniendo ojos con dos cucharas 
y en ves de quitarlos de su visión 
-porque ni eso se merecen-
seguir mimándolos como niños 
y brindándole la luz,
 el confort de la madrugada,
 una primavera abyecta? 

No habrá sido por algo que siguió. 
Nunca pudo haber sido
¿Acaso preferir la verdad 
de los síntomas? 
¿Qué algo había para saber 
que el futuro de esa palabra
o del futuro puesto bien
a triunfo, dispuesto a cabalgarse
no era más que 
desperfecto técnico
aforismo dado vuelta
un ir y venir en el incendio apagado?

domingo, 9 de mayo de 2010

Gustav Mahler - Piano Quartet in A minor




Diarios, 6 de agosto de 1914.

"Contemplado desde el punto de vista de la literatura, mi destino parece bastante simple. El deseo de representar mi fantástica vida interior ha desplazado todo lo demás, y además la ha agotado terriblemente, y sigue agotándola. Ninguna otra cosa podrá jamás conformarme". Franz Kafka


(Germán Herrera)